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Mostrando entradas de octubre, 2010

EL ARTE DE CONTAR

                 Un cuento de Javier de Rios Briz Todo comenzó un verano, cuando el abuelo Pascual se empeñó en enseñar al pequeño Daniel a sumar. “Para que vaya adelantando trabajo del nuevo curso”, dijo como apoyo a su decisión. “Deje al chaval que disfrute de las vacaciones, padre”, rebatió Marisa, la madre de Daniel, “que para eso ya están los maestros”. Pero no hubo manera, el abuelo Pascual era y sigue siendo muy testarudo, y si se le mete una idea en la cabeza, no ha nacido el mortal que pueda disuadirle de seguir adelante con ella. Así que fue a buscar la arrugada libreta que su mujer usaba para apuntar los litros de leche que vendían a los vecinos, y el flamante bolígrafo que le había regalado días atrás el comercial de la casa de piensos. El abuelo Pascual sentó al niño en sus rodillas, que accedió a recibir una improvisada clase de matemáticas sin rechistar, y empezó a escribir con grandes caracteres: 50. - ¿Sabes qué número es éste, Dani? - Sí, abuelo, el cincuenta. - Sí

EL CLUB DE LOS PERFECTOS

                                                                Un cuento de Graciela Montes Hay gente que ya está cansada de que yo cuente cosas del barrio de Florida. Pero no es culpa mía: en Florida pasa cada cosa que una no puede menos que contarla. Como la historia esa del Club de los Perfectos. Porque resulta que los perfectos de Florida decidieron formar un club. Algunos de ustedes preguntará quiénes eran los Perfectos. Bueno, los Perfectos de Florida eran como los Perfectos de cualquier otro barrio, así que cualquiera puede imaginárselos. Por ejemplo, los Perfectos no son gordos pero tampoco son flacos. No son demasiado altos, y mucho menos petisos. Tienen todos los dientes parejos y jamás de los jamases se comen las uñas. Nunca tienen pie plano ni se hacen pis encima. No son miedosos. Ni confianzudos. No se ríen a carcajadas ni lloran a moco tendido. Los Perfectos siempre están bien peinados, siempre piden “por favor” y jamás hablan con la boca llena. Hay que reconocer que

Interpretando según convenga

Cuento Sufi Un día de lluvia torrencial un vecino corría presuroso buscando cobijo, cuando un hombre devoto le preguntó: -¿Por qué corres? -Corro para no mojarme -contestó. -¿No sabes, desgraciado, que el agua de lluvia es una bendición divina? ¡Disfruta de ella! -le increpó el religioso. Impresionado, el vecino comenzó a caminar despacio, calándose hasta los huesos. Ocurrió que, otro día, el vecino vio al devoto corriendo bajo la lluvia. -¿Has olvidado ya que la lluvia es una bendición del Señor? -preguntó irónico. -Precisamente por eso corro a fin de no pisar esta bendita agua -respondió mientras se perdía calle abajo.   Etiquetas de Technorati: Interpretando según convenga , Cuento sufi

LA TRAMPA DE LAS OVEJAS

                             Un cuento de Laura Devetach Era horrible aquella noche. A Margarita le ardían los ojos y el corazón hacía ruido de animalito encerrado. La abuela se iba a otra ciudad por mucho tiempo, y no y no, ella no quería, se sentía demasiado sola. Las lágrimas salían calientes de los ojos calientes. La abuela ya le había dicho que regresaría y volverían a estar juntas. Todos le habían asegurado que iba a volver algún día. Pero a Margarita no le interesaba nada que volviera. Ella lo que quería era que no se fuera. No quería que la dejara. —¡No y no! —se llenaba las manos con puñados de sábana, con puñados de almohada mojada de lágrimas. El sueño llegaba como un peso sobre los ojos pero, de un salto, se volvía a ir. —Duérmase mi niña –había dicho la abuela—. Pronto volveré. Pero Margarita sentía un dolor muy grande, una falta de cielo, se sentía como en un campo sin nada de nada. Estaba muy cansada y no podía dormir. —Algo pasará. Algo rarísimo va a pasar y la abuela

La eñe también es gente

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                                                     Por María Elena Walsh 1. La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. 2. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y de admiración. Ya nos redujeron hasta el apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín. 3. ¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutúes? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? Y, ¿cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? 4. “La ortografía también

El Dragón, la Joven sin nombre, la noche y la sequía

                                          Cuento popular gitano Érase una vez cuando la tierra de los girasoles era habitada por extraños poderes, poderes gitanos mágicos milenarios. Los gitanos que vivían entonces eran muy sabios al punto que descubrieron el secreto de la juventud eterna y debido a ello vivían al menos mil años. A los trescientos, aún eran jóvenes y a esa edad decidían casarse. Antes ellos tenían bellas alas y vestían hermosos trajes de seda revestidos con encajes de perlas y zafiros, como vivían muchísimos años y eran sabios, desarrollaron las ciencias y la astrología. Con puntos y signos incandescentes sobre el cielo descifraban el futuro, ellos marcaban sobre la palma de sus manos con flechas mágicas las cosas que sucederían, flechas que lanzaban al cielo dando vida a sus hechizos. Pero ocurrió lo inexplicable, un día los gitanos no pudieron presagiar todas las cosas que estaban escritas en el cielo, de donde cayó un gran meteoro comandado por un terrible dragón,

FELIZ DIA DE LA MADRE ¿FELIZ?

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EN ARGENTINA MAÑANA SE FESTEJA EL DÍA DE LA MADRE Este día como tantos otros en que se festejan Padres, abuelos, niños...tiene bastante gusto a "comercial" más que a espontáneo y amoroso. Aún así como ovejas en rebaño allá vamos a festejarlo mejor o peor según las madres y los hijos... Dicen que antiguamente las mujeres se ocupaban de infinidad de tareas relativas al hogar, los hijos y el marido (la que lo tenía), y también de padres, hermanos varones y demases... Ahora evolucionamos, dicen... Dibujo de Maitena Hoy a modo de festejo les comaprto un pedacito de un libro que em divierte mucho, acá va con amor para todas las MADRES!!!! El día comenzaba a clarear. Una hermosa luminosidad roja apareció por encima de las montañas cuando aún podían verse algunas estrellas en el cielo. La luz fue expandiéndose lentamente sobre los campos y los caseríos de cuyas chimeneas se elevaba una fina columna de humo. El olor a tierra húmeda y a leña quemada llenaba el aire, el rocío

Hans, mi pequeño erizo

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Adaptado de un viejo cuento alemán. La esposa de un granjero estaba ansiosa de tener un hijo, tanto que no le importaba que apariencia tenga, por lo que la fortuna le hizo alumbrar un híbrido entre humano y erizo: cubierto de suaves púas, bípedo y con hocico. Lo llamaron Hans, y su madre lo amaba, pero su padre lo despreciaba, avergonzándose de él ante todos, por lo que Hans huyó de casa, con varios animales de corral que su padre le dio montado en su descomunal y ridículo gallo. Encontró hogar en un oscuro bosque, viviendo con los animales salvajes. Un día, el rey de esas tierras se extravió en el bosque, siguiendo una hermosa melodía dulce y amarga a la vez que empezaba con un "Hola" y terminaba con un "Adiós", llegando a un hermoso palacio propiedad de Hans, el cual invitó al rey y le dio de comer suculentos manjares y le tocó esa hermosa melodía con su gaita. El rey se quedó dormido y despertó a las afueras de su reino y agradeciendo a Hans por haberle salvad

BÚSQUEDA Y SENTIDO

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Hay días, tiempos, espacios que son para la reflexión. Algo buscamos, algo busco, un algo indefinible del que ni siquiera tengo la silueta, pero es un anhelo poderoso que traduzco en “Sentido” o “significado”, es el anhelo de llenar un vacío interior que parece no llenarse nunca, o bien de recuperar algo perdido hace eternidades, algo de lo cual solo conservo la sensación de ausencia. Muchas veces me he preguntado cuál fue el inicio de esa sensación constante de insatisfacción, que se oculta tras los velos de mi memoria en una profundidad tal que me trasciende e impide el paso. Nunca halle respuesta por lo que elijo creer que antecede mi nacimiento, como una marca genética o ancestral, que ajena a mis pesares me empuja a buscar y buscar. Cuando me pienso y me expreso paso del nosotros al yo una y otra vez, es que hacerme cargo de mi individualidad es también una pesada carga, repartir un poco tanta ineficiencia humana al menos me distiende la vergüenza y ese desagradable gusto a sin

La Palabra

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Hace ya varios años me llegó este cuento, y me resultó muy bueno por lo mucho que nos dice sobre nuestros "deseos"... Busque a su autor con "Sangoogle" perome dio diversos seudónimos autorales y ningún nombre concreto, quizás no sea yo lo suficientemente experta, por tanto lo comparto esperando que su autor no se ofenda y que si le place me diga su nombre. - ¿Qué pretendes a cambio de tu alma? - Preguntó Astaroth al ciego Benitez. - Quiero conocer La Palabra. La sospecha de una sonrisa asomó en la comisura de las fauces de Astaroth. - Insensato... La Palabra es demasiado poderosa para un mendigo como tú... con un guiño de mi ojo puedo devolverte la vista. - Insensato sería desperdiciar la oportunidad que me brindas... ¿Qué gano con ver todo aquello que nunca tendré? La Palabra me hará poderoso como un dios, ¿verdad? - Y más también. En La Palabra está oculto el significado de la vida, la artimaña exacta para embaucar a la muerte. Te enterarás de todos los mi

BUENAS VBRACIONES

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A veces las imágenes dicen más que las palabras... Good Vibrations from Helene Emain on Vimeo .

Cuento de Hadas Argentino: Don Segismundo cara de loro

                                      Don Segismundo Cara de Loro Don Segismundo Cara de Loro, era un gaucho pendenciero que habitaba los confines de la Pampa, muy cerca del río Negro. Tenía fama de perverso y según aseguraban, no había animal que se atreviera acercarse a su rancho que no fuera muerto por el sanguinario ser humano. Una noche, cansados de tanta persecución, se reunieron en asamblea los seres del desierto y resolvieron darle un castigo ejemplar a tan despiadado personaje. A la cita acudieron todas las especies, no faltando ni el temible puma o león americano, el gato montés, la vizcacha, el ñandú, el chimango, la mulita, ni mucho menos otras razas como las perdices, el guanaco, los chorlitos, el tatú carreta , el tucutucu, los patos silvestres, el bullicioso chajá , la comadreja, y un sinfín de animales que pueblan esas dilatadas llanuras. Luego de un largo cambio de ideas, el puma propuso llamar al seno de la gran asamblea al Espíritu Protector de la Pampa, maravilloso

Lo fundamental y lo accesorio

        UNA HISTORIA SUFI PARA PENSAR EN NUESTRAS PROPIAS DISTRACCIONES….. Un hombre se perdió en el desierto. Al cabo de unos días ya punto de morir de sed, vio que una caravana se acercaba. Como pudo, llamó la atención de los viajeros, que presurosos se dirigieron hacia el necesitado. Éste, con un hilo de voz apenas pudo decir: -Aaaguaa. -Pobre hombre, parece que quiere agua, rápido, traigan un pellejo -reclamó uno que parecía el jefe. -Un pellejo no, por Dios -interpeló otro-, no tiene fuerzas para beber en un pellejo, ¿no se dan cuenta? Traíganos una botella y un vaso para que pueda hacerlo cómodamente. -¿Un vaso de cristal? ¿Estás loco o qué te pasa? -protestó otro de los presentes-. ¿No ves que lo cogerá con tanta ansia que puede romperlo y dañarse? ¡Traigamos un cuenco de madera! -Aaaguaa... susurró el moribundo. -Creo que ustedes se han vuelto locos -agregó un cuarto hombre-. ¿Es que acaso no recuerdan que tenemos un vino excelente? Siempre lo reanimará más un buen vaso

Veremos Veremos, después lo sabremos…

  Cuando una  cree que las cosas están en orden, ¡záz! viene un inesperado viento de cambio, el orden se hace caos y quedamos girando en confusiones mientras los pies buscan suelo firme y las manos tantean para poder sujetarse. En este estado de cosas, hablando con una amiga, retornó a nosotras la vieja frase “Veremos veremos después lo sabremos…” del juego de prendas que jugábamos de pequeñas. Ya saben, ese juego en el que el que se iba a Berlín ( nunca supe porqué a Berlín, quizás porque quedaba lejos desde nuestra latinoamericana mirada ) debía adivinar quién había elegido la “prenda”, si no adivinaba debía llevarla a cabo, si adivinaba quien tenía que hacerla era el que la había elegido. Nada más recordar la frase nos pusimos a buscar el origen, pues bien del origen no encontramos nada, parece ser que como tantos otros juegos se remonta al tiempo perdido en la memoria, pero otra pregunta nos sacudió: Estamos en un sitio, fuimos a parar a “Berlín” ( léase a otro sitio), se nos p

Interpretando los símbolos

                                 ¡Una interesante historia sufi que vivimos cada día! Una vez un monje mendicante llegó a un monasterio en busca de alojamiento. Según la tradición lo normal era entablar con el recién llegado un debate sobre distintos aspectos de la enseñanza budista en el que se ponía a prueba tanto al huésped como a los monjes del cenobio. Pero aquel día todos estaban muy cansados, así que el abad decidió que el debate corriera a cargo de un monje que, además de tuerto, tenía pocas luces. El abad decidió aconsejarlo: -Como no tienes mucho conocimiento ni facilidad de palabra, procura que el debate se haga en silencio, y además intenta que sea lo más corto posible. A la mañana siguiente, el abad se encontró con el visitante, que ya partía. -¿Qué tal fue el debate? -preguntó. -Puedes sentirte satisfecho de tus monjes, él dijo ser el más torpe de todos, pero confieso que me derrotó claramente por su elevada comprensión del budismo. -Cuéntame cómo fue el diálogo -r

El agujero en la manga

                                    Cuento Anónimo suizo El muchacho de quien hemos de contar ahora tenía un gran agujero en la manga. Esto le daba tanta vergüenza, que en la escuela no le era posible prestar en absoluto atención a las explicaciones del maestro. Su madre no podía remendárselo; trabajaba en casa de gente extraña. En su apuro se dirigió el chiquillo a las muchachas y les dijo: -¿Quién quiere zurcirme mi juboncillo? Pero las muchachas, ocupadas en jugar al escondite, no tenían tiempo para ello. Entonces se dirigió el muchacho a las mujeres y les dijo: -¿Quién quiere zurcirme mi juboncillo? Pero las mujeres tenían que lavar los platos, y así le contestaron. -¡Vuelve mañana! Pero el muchacho no se atrevió a ir de nuevo a la escuela con el agujero en la manga. Se ocultó detrás de la escuela, y se encaminó presuroso al bosque. Miró hacia el tierno follaje de primavera y preguntó al cielo azul: -¿Quién me zurcirá mi juboncillo? Entonces, ante sus narices, descendió